Siento ganas de irme lejos,

Otra vez me atacan las ganas de no tener que volver,

Siento la prisa,

Tengo las fuerzas,

Me tiemblan las piernas

Y junto a ellas, el corazón.

No creo que todo sea totalmente diferente,

Allá estará la misma hipocresía y las mismas mentiras,

La misma clase de gente,

Rodeado de sociópatas con ganas de llenarte tu vida de pura porquería.

Hoy ya no se ni lo que quiero pensar.

Estoy destinado a estar solo (por ahora o por siempre ¿quién sabe?)

Y no lo pretendo evitar.

1, 2, 3 desplantes, 4, 5, 6 veces me levanto.

Pienso en el tiempo perdido,

Me arreglo la ropa,

Me veo en el espejo

Y mi ego sigue intacto,

A diferencia de mis ganas de seguir conociendo gente,

Abriendo mi mente,

Despejando el corazón de todas las posibles dudas.

No sé ni lo que escribo ni lo que quiero escribir,

Me dejo llevar por la sensación de libertad y locura.

Sigo borrando gente de mi MSN y de mi vida también.

Las cargas adicionales cuestan extra.

Ella no tuvo compasión,
lo envió directo a la muerte,
lo convenció de alejarse de todo y de todos,
lo condujo a sus últimos días como pordiosero ilegal.

No conoció a los nietos, frutos de una relación de adolescentes sin cabeza.
No volvió a ver a su familia nunca más.

Ella con su porte de mujer de Dios,
de mujer correcta,
de esposa abnegada,
de abuela abnegada,
de ejemplo a seguir.

Ella está condenada a vivir con eso... hasta el fin de sus días