3 meses

miro a un lado y miro al otro, no logro distiguir nada, apenas veo, y sigo caminando, voy por las calles de los recuerdos y sólo logro ver y reconocer en las primeras calles, las que están más cerca de mi. a medida que voy caminando, todo se ve más borroso y cuando llego a las calles de mi niñez todo se nubla y solo, muy solo, me encuentro. ahora no olvido nada, pero en esa época parece que mi capacidad de retención era muy pobre.

me ahogo en una lágrima que brota de mis enormes e hinchados ojos... y siento el sabor salado, parecido al sudor de los cuerpos besados en noches totalmente ajenas a la realidad. me pregunto ¿por qué lloro?, ¿será por los recuerdos? (¿o la falta de ellos?, pienso) ... a lo que mi boca responde, y sin haberle pedido permiso a mi cerebro, que no... y se calla, suspira y sólo se le oye susurrar: soledad.

hoy me siento con los mismas sensaciones... sigo deseando irme, con sentimientos de desarraigo... y también sigo con mis ganas de ser tocado y de tocar otro cuerpo, ávido de pasión y de calor, de encontrar unos labios trémulos, rojos y deseosos de tocar los míos, de saborear el placer y oler la excitación.

hoy quizás sea el último día, por ahora, en que me sienta así. lo que pase mañana... ya les contaré

This entry was posted by Gus!, on viernes, noviembre 24, 2006. You can leave your response.

“3 meses”

1.  Para, creo que voy a vomitar Says:
   6:37 p. m.  

   Bueno, cómo ya sabes yo sí tengo recuerdos de mi infancia.., buenos y malos como es lógico.
   
   Los recuerdos siempre se pueden ir creando, poco a poco.
   
   Me da que te tienes que ir despojando de esa tristeza que te consume... No dura demasiado??

2.  Anónimo Says:
   12:32 a. m.  

   ... Gus !!
   ... chikitito, no estés triste, ya?
   ... :(
   ..Cariños..
   ..Elizabeth..

3.  Jose Antonio Vallejo Serrano Says:
   1:47 a. m.  

   O sea, que has follado como un cabrón.

4.  Luis Guillermo Franquiz Says:
   11:45 p. m.  

   Yo pienso que los recuerdos, de una u otra forma, siempre van a estar allí: agazapados en un oscuro rincón o impacientes por encontrarte detrás de la próxima esquina. No te afanes tanto: recuerda que todo es relativo, transitorio. Ten un poco más de confianza. Busca los colores; no te conformes con el gris. Avanza, corre, baila, despliega las alas...