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primero, segundo, quinto.

Ahora estoy sentado oyendo Calling you...

Mi corazón se encoge, se deshace cada vez que piensa en aquellos días. Ahora es otoño, o como acabo de renombrar la estación previa a la navidad ohcoño. Solo, con mi soledad mía... no puedo describirme como triste, porque quizás estoy más feliz que en aquellos días... pero no puedo decir que feliz, porque me hace falta, no la relación en si, pero sí la sensación, los punzones que sentí con las primeras palabras, con las primeras miradas, con los primeros susurros, con las primeras confesiones, con las segundas miradas y la vez que por primera vez me dejaron sin palabras. Con la primera, segunda y tercera base, con la quinta caricia, con el sexto beso y el séptimo te quiero. Con la primera discusión, con el tercer asalto de ansiedad.

Ahora recuerdo tu voz y no me haces falta... tú no, pero sí lo que me hiciste pensar, sentir, oler y saborear, las sensaciones, el peligro, lo inexplorado en mi. Extraño poder decir te quiero, decir que me harás falta y que no se olvide lo que por ti siento... no extraño las noches en vela, pensando qué había dicho que pudiera haberte herido, recordar tus miradas de hielo, no fueron muchas noches, pero no extraño ninguna de esas.

Lo que era mi corazón, ahora es un cuarto desierto de mi cuerpo. Está lleno de recuerdos, de telarañas, y rastros de fotografías de los momentos bonitos que mi olvido quemó.

Está sucio el salón, hace falta que lo limpien, pero todavía no es tiempo de remozar todo lo que alguna vez que conmigo construiste... algún día empezarán a reemplazar todo lo que allí está... y ya estoy listo para ver la nueva decoración

“primero, segundo, quinto.”

  1. Blogger Gerbonche Says:

    ojos que no ven, corazon que no siente

    :)