amenaza.
"Te vi, me viste, creo que te gusté, tú definitivamente me gustaste, coqueteaste, te seguí el juego, ahora sé que no te importó nada, como todo en la vida, vas como la abeja de flor en flor, yo tonto incauto caí y te dejé saciarte a costa mía. No volverá a pasar, por lo menos no contigo".
Hoy amanecí otra vez con la cursilería a flor de piel, fue un lapsus momentáneo. En medio de un día de trabajo, o de no hacer mucho. El sol calienta los hierros y los chasis de los coches, saca el sudor de todo mortal que ose pisar fuera de un edificio de oficinas con aire acondicionado (y que conste, en este país con problemas de energía electríca es un lujo del que pocos disfrutamos).
Esta semana pinta muy similar a la anterior, sin sobresaltos, sin grandes acontecimientos, recordando lo que hace 5 años pasó y que nunca debió haber pasado. Locos sueltos, pero con dinero (amenazas, complots, flores, lloros y testimonios de sobrevivientes). Un minuto de silencio calla los noticieros, los reporteros posan de manera respetuosa en honor de aquello que no tuvo amenaza evidente.
Terrorismo armado, analfabetismo organizado (y muy aprovechado), poder descontrolado, ¿Cuál de las tres es peor?